El puente binacional sobre el Río de Sixaola fue inaugurado este jueves 4 de marzo por los Cancilleres de Costa Rica, Rodolfo Solano y de Panamá, Erika Mouynes, reafirmando los lazos de amistad entre ambas naciones y potenciando la actividad económica y comercial de esta zona limítrofe.
Con el corte de cinta en el centro del puente por parte de dos trabajadores que participaron en el proceso de construcción, la panameña Jacqueline Esther García Vega y el costarricense José Daniel Herrera Alvarez, se puso oficialmente en servicio esta estratégica vía, que une a los poblados fronterizos de Sixaola (en Costa Rica) y de Guabito (en Panamá), dejando atrás la centenaria infraestructura ferrocarrilera.
En el acto también participaron los ministros de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica, Rodolfo Méndez Mata, y de Panamá, Rafael Sabonge; así como el subsecretario para América Latina y el Caribe de los Estados Unidos Mexicanos, Maximiliano Reyes. Además, la representante de Naciones Unidas en Costa Rica, Allegra Baiocchi y Alejandro Rossi, representante de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en Costa Rica.
El proyecto incluyó la construcción del puente a dos carriles de 260 metros y un ancho de 16,4 metros; aceras y ciclovías a ambos lados y rampas de acceso en los dos extremos, así como la construcción de infraestructura para albergar las oficinas administrativas de ambos países.
La inversión total fue de $25 millones, de los cuales $10 millones fueron aportados por el Fondo de Mesoamérica-Gobierno de México, más una contraparte de los gobiernos de Costa Rica y de Panamá, de $7.5 millones cada uno.
Desafíos e impacto. El principal reto en la construcción del nuevo puente binacional de Sixaola fue armonizar los aspectos legales, institucionales y operaciones con más de 25 organismos de ambas naciones.
“El Puente Binacional sobre el Río Sixaola representa una obra de nueva generación para Costa Rica y Panamá, donde se integran elementos que contribuyen al desarrollo sostenible y a la calidad de vida de las poblaciones locales, en una zona fronteriza que enfrenta grandes desafíos de desarrollo humano. Refleja los más altos valores de calidad, innovación y gestión eficaz al servicio de la hermandad de dos pueblos”, aseguró Alejandro Rossi, representante de UNOPS en Costa Rica.
A nivel local, esta estructura conecta a un total de 15.000 habitantes de los pueblos vecinos de las localidades de Guabito y Sixaola, en donde se registra una alta presencia de pueblos originarios, personas afrodescendientes y pobladores migrantes relacionados con la actividad bananera, todos ellos con indicadores de desarrollo económico y social muy por debajo de los promedios nacionales.
Como componente central de la gestión de proyectos, UNOPS promovió el acercamiento y el diálogo multi-nivel con líderes, empresarios, autoridades gubernamentales y demás actores sociales.
En ese contexto, la comunidad de Sixaola tuvo acceso a recursos provenientes de la venta de materiales del viejo puente ferrocarrilero, utilizado para remodelar su mercado municipal. Asimismo, se apoyó a las mujeres de la etnia Ngöbe que desarrollaban sus costumbres de lavado debajo del antiguo puente, construyendo un nuevo y mejor sitio más cerca de sus viviendas.
Desde el inicio, el proyecto contempló una contratación equitativa de operarios panameños y costarricenses.
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